domingo, 13 de diciembre de 2009

Las partes se disfrazan de cortesía.

Hablaré de un lugar que ya no le agrada verme.
Un sitio donde solía vivir,
Con esperanzas de ser,
De ir,
De colorear,
De estallar en destellos,
Sonidos,
Paisajismos emocionales.

Un lugar donde la gente solía estar,
Ir,
Venir,
Volver.

Ya no.
Las partes se disfrazan de cortesía.

Tú...
Sólo me diriges la palabra cuando es necesario.

Ella se va con su amor.
Su amor la ama.
También yo.

¿Y yo?
Arropada en la vieja habitación.
Con lo más oscuro de la casa.

He procurado no volver,
Pero no encuentro el sitio justo para existir completamente.

Siempre angustia,
De extrañar lo que es,
Lo que imagino que es,
Y lo que fue por caballerosidad del tiempo.
Detesto la caballerosidad… la protección.
He leído por ahí que la protección es la primer forma de dominación.

Y de-viene, de-va en dominación.

Me domina el tiempo,
El recuerdo incompleto,
El deseo de lo que jamás ocurrió.

Desprovista de ternura ajena,
Me duermo sobre mi misma,
Especulando la próxima alucinación,
Esa misma que me engañará
Y me hará volver,
Tantas veces como me he ido.

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