martes, 10 de julio de 2012

Los cuerpos son pasajes.


¿Qué importa que hayan dicho del tiempo
Si ya destroza toda aguja, todo ser,
Si ya corre entre la luz,
Si ya él mismo fue
(Una vez) todo un souvenir?
Y Entonces,
¿Quién ha llegado hasta mi a decirme que estas aquí?.

[El corazón cuando recuerda como amar,
Recuerda por qué amó, y a quién amó]

Y el desfile de muertos insobornables comienza,
Y las balanzas que se inclinan, se equilibran o se quiebran
Por el pesar de las cuestiones,
Por las sombras que se fueron gimiendo entre la niebla.

Y hay quienes me cuentan, de sus aventuras,
De sus silencios que gritan para que una misma tenga que escuchar,
Como una práctica muda de tortura al corazón.
Donde callar es no corromper la quietud.

¿Y quién ha hablado hasta aquí desde mí?
¿Quién fue esa otra que ya no soy?
Hoy suelo verme brillando a su lado,
Porque él esta a mi lado y él brilla en sí.
¿Y entonces cómo no sentir por la noche,
Que a otra  encuentro habitándome, así?



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